Llega la noche y en medio de la oscuridad entre las sábanas de mi cama, está mi cuerpo desnudo, tibio, cansado, tratando de relajarse y descansar; cierro mis ojos buscando el sueño profundo y me encuentro entre miles de imágenes, con ésa que desde hace un tiempo me ronda el alma y el cuerpo; es tu imaginario cuerpo que a mi lado se acuesta. Siento la tibieza de tu piel juntándose con el calor suave de la mía; es instintivo, la atracción de imanes hace efecto y en seguida estoy pegada a tu figura y tú a la mía.
Tus manos, que en realidad son las mías, comienzan a recorrer mi cuerpo suavemente, con una sensualidad que va despertando mis instintos sin tregua.
Tus manos (mis manos) comienzan por acariciar mi cuello, buscan mis pechos y se adueñan de cada uno de ellos, les acarician con la yema de los dedos humedecidos por tu saliva y ellos como niño buenos, van respondiendo al llamado de su amo, se levantan para ti.
Tus manos (mis manos) bajan por el valle de mi vientre, se posan en mi cintura, me mecen hacia ti, rodean mi cadera, me aprietan a su merced….me gusta sentirte.
Tus manos (mis manos) encuentran el escondite de mi intimidad, húmeda ya de tanto placer, lista para el contacto de tus manos (mis manos) que suavemente van haciendo a un lado cada una de mis piernas, las cuales, débiles ya ni siquiera se resisten sino por el contrario abren paso a su señor.
Tus manos (mis manos) entran en contacto con mi sexo, le acarician de una forma que solo tu puedes saber hacer; una de tus manos (mis manos) se queda allí y la otra vuelve a mis pechos para seguir jugando con ellos. Tu mano (mi mano) en mi sexo, me brinda suaves caricias, la humedad de mi cuerpo, es ya un torrente de agua sin cauce a punto de desbordarse; los movimientos de tu mano (mi mano) se hacen más rápidos, más fuertes, más intensos….ya no aguanto más…mi río se desborda de forma incontrolable, llevándose con él cualquier asomo de pudor, de vergüenza o de temor….llevándome a mi a la cima del furor, al éxtasis total.
Tus manos (mis manos) siguen acariciándome ya suave y tiernamente, mi cuerpo poco a poco recupera la calma, mi corazón va reduciendo su ritmo alocado, mi rostro dibuja una sonrisa de placer y satisfacción, mi cuerpo imaginariamente se abraza al tuyo buscando el reposo en tu barco. Cierro los ojos para sumirme en el más profundo sueño, abrazada a tu figura imaginaria…y duermo, duermo tranquila, soñando contigo.
Úrsula
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