Siempre esta la mano amiga…

Como ocurre en diferentes momentos de nuestra vida, nos encontramos con muchas experiencias sobre las cuales surgen miles de dudas, en algunas ocasiones tenemos la posibilidad de conversarlas con personas cercanas, que seguro nos darán respuestas en pro de nuestro
bienestar, pero también en otras no nos sentimos capaces de exteriorizar esas dudas. En mi caso ocurrió con un tema que suele ser tabú, aun en el siglo XXI, la masturbación. Si, puede parecer que es algo que ahora mismo se habla en diferentes contextos y con muchas personas, pero te invito a preguntarte ¿con quién has hablado al respecto?, si tenías preguntas ¿tenías a quien decírselas?

En casa, mi madre siempre había conversado de manera general sobre lo satisfactoria que puede ser la sexualidad, sobre aquellos aspectos que debíamos tener en cuenta para cuidarnos y poder también disfrutar, sin embargo, sobre esta práctica poco o nada. Ni que decir de hablar al respecto en el colegio (estudiaba en uno católico), así que pude explorar y conversar sobre esto con quien fue mi primer novio.

Curiosamente conversando con varias personas con vulva me encontré que era algo usual que llegaran a la masturbación a partir de sugerencias por parte de sus primeras parejas sexuales o incluso como una práctica propuesta al interior de los encuentros sexuales compartidos. Claro, no vamos a decir que son todos los casos, muchas personas también me contaban que habían llegado por casualidad a muy temprana edad, cuando jugando en su cama habían descubierto el efecto del roce de la almohada, el tocarse con sus manos de determinada manera, entre tantas otras.

En cambio, conversando con personas que tienen pene, escuchaba historias donde se conversaba de manera abierta al respecto, claramente desde una connotación de la validación de una sexualidad “masculina” caracterizada por una sexualidad innata, cargada de deseo y llena de una curiosidad natural, por lo que masturbarse era algo que se esperaba más temprano que tarde.
La masturbación ha sido un tema que se aborda con mayor naturalidad cuando se hace referencia a personas con pene, esto va de la mano de discursos en diversos contextos en los cuales se asumen que son personas “más sexuales”, que “no pueden controlar sus impulsos” y que esta práctica sexual claramente es algo que pasara en algún punto de su proceso de desarrollo. Pero… ¿Qué pasa con las personas que tienen vulva?, oh no, nunca se tocan, eso no debe pensarse, porque se asume que son menos sexuales, por lo tanto, no experimentan en ningún momento ese deseo, la curiosidad por explorarse y disfrutar de las múltiples sensaciones que brinda un cuerpo maravilloso y completamente diseñado para llenarnos de placer (si así lo deseamos).

Entonces quiero que piensen en otra pregunta (si, ya se, otra) ¿Cómo es que aprendemos sobre nuestra sexualidad? Bueno, puedo decirles que esto depende de muchos factores, sin embargo, hay uno que muchas veces dan por sentado y quizá se asume como algo que no debe explicitarse, la autoexploración, esa posibilidad de conocer nuestro cuerpo, no solo en términos de las sensaciones que experimentamos, sino como reaccionamos ante ciertas imágenes, sonidos, olores. Básicamente, hablamos de aprender sobre nuestro propio placer, lo cual es primordial para comunicarlo y vivirlo en pareja (o con las personas que se quiera), sin embargo, en la educación
sexual que conocemos este aspecto no se aborda, lastimosamente.

Bueno, en algunos lugares ya se habla de educación sexual integral y en ella se contempla la importancia de abordar no solo temas relacionados con los aspectos físicos (identificar las partes vinculadas con la reproducción), los métodos anticonceptivos y los medios para prevenir el contagio de ITS´s (infecciones de transmisión sexual), también se incluyen elementos sobre las relaciones de pareja, el placer, el erotismo, la comunicación, el establecimiento de límites y otros tantos elementos vitales para la construcción de una sexualidad saludable.
Un paso grande es entender que esta practica sexual, la cual consiste en una estimulación que se hace de diferentes partes de nuestro cuerpo, inicialmente con el fin de llegar al orgasmo (que tampoco podemos considerarlo el único propósito siempre, ya hablaremos de eso luego), nos permitirá empoderarnos de nuestra sexualidad. Es así como nuestras manos se convierten en un
instrumento clave para auto explorarnos, empoderarnos de nuestra sexualidad a solas y ser un recurso enorme para poder compartir con otras personas.
Ojo, quiero hacer una aclaración central en este momento antes de cerrar. Con todo esto no quiero decir que la masturbación entonces es una obligación, para nada, como ocurre con todo en esta hermosa dimensión de todo ser humano, es algo por elección, que si se lleva a cabo ha de ser porque se disfruta, porque nos acerca más a una sexualidad disfrutable en todas las formas que nos gusten.

Próximamente les hablare sobre técnicas de masturbación, porque también hay muchas formas de hacerlo, incluir juguetes y muchas mas opciones…

Nos encontramos pronto.

Ps. Paola Andrea Beltrán
Mg. Psicología Clínica y de la Familia
Mtr. Ciencias de la Sexología
@psico_sexologa

1 comentario en “Siempre esta la mano amiga…”

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